Despedida y Bienvenida

Hola de nuevo a todos! Han pasado dos semanas desde mi llegada a Perú, y se puede resumir todo en una frase. No he parado. He dormido en diferentes sitios de la ciudad de Lima, y de la región de Lima, he estado siempre acompañado por Peruanos y no he tenido ni internet, ni tiempo para conectarme hasta hace muy poco. Con lo que hasta ahora he estado incomunicado con todo el mundo excepto con mis padres, con los que hablo diariamente. Con el resto, prometo mantener más contacto en adelante, ahora que tengo más estabilidad y accedo a Internet más fácilmente.

Dicho esto, cuento y enseño en fotos como fue la despedida y llegada a Perú:


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El día 12 de Febrero fue un día un tanto complicado. La noche del 11 al 12 cayó una nevada inesperada en el norte de España, y especialmente en Vitoria. Yo comenzaba mi viaje hacia Perú el día 13, y el plan era ir en coche con mi familia hasta Barajas, el aeropuerto de Madrid. Esta nevada cambiaba todos los planes. Fue necesario comprar un billete de tren por si en la carretera era imposible conducir. Al mediodía del día 12, y aún habiéndose eliminado y descongelado parte de la nieve, estas eran algunas imágenes de la ciudad.

Sin embargo, al día siguiente la carretera estaba limpia y pudimos viajar a Madrid en coche. Pocos van al aeropuerto con tanta antelación como nosotros. Más de 5 horas antes del vuelo ya habíamos aparcado, dado una vuelta por el aeropuerto para buscar las cabinas de facturación, la terminal del metro de Madrid, posibles puertas de embarque y comprobar de nuevo el peso de las maletas. Según se acercaba la hora, hice y recibí varias llamadas de teléfono, facturé, cenamos, y nos despedimos.

Como curiosidad de la foto de la izquierda, tomada en el aeropuerto de Barajas en Madrid al anochecer, la luna desde perú al día siguiente se ve mirando en sentido contrario

En la terminal del metro de Madrid  recibí la visita de Itxaso y Teemu (nunca he sabido pronunciarlo) en el aeropuerto. Nos dejaron reunirnos en lo que la guarda de seguridad llama la esquina de las parejas. Esta esquina es un lugar que tiene la terminal del metro de Madrid en la terminal 2 del aeropuerto para que la gente se pueda despedir sin que ellos tengan que entrar en el aeropuerto y sin que yo tenga que entrar en el metro. Una zona con barandilla baja en una esquina junto a los tornos nos permite hablar y despedirnos. 

Y ya en el avión, volando a más de 800 kilómetros por hora y a con una temperatura exterior de -52 ºC durante todo el trayecto, íbamos sentado cada uno en un asiento con una pantalla individual donde ver películas o escuchar música.

Yo fui precavido y un mes antes de volar, me reservé el lugar que yo quería en el avión, justo detrás del ala, y con ventana. El lugar perfecto, si no llega a ser porque escogí la única pantalla del avión que no funcionaba. La foto de arriba se la hice a otra pantalla, claro. Al menos esto me permitió utilizar mucho el regalo de todos mis primos de Eskoriatza, e ir leyendo en el avión. ¡¡Un beso a todos mis primos!!

Y aquí dejo dos buenas fotos desde el avión, la primera sobrevolando un mar de nubes sobre la selva del amazonas.

Y esta otra es sobrevolando los picos de los andes, ya en perú.

¡Y aterrizaje!

La primera impresión tras pasar por la aduana fue la de ser una estrella de cine o deportista famoso. Yo salía con mis maletas sólo, de la zona de recogida de equipaje y me encontré un pasillo con vallas, y al otro lado cientos de personas mirando, algunos con un cartel con el nombre escrito de la persona que iban a recoger. Miré hacia arriba y había un segundo nivel lleno de gente que también miraba. Tanta gente allí, y yo buscando a quienes me tenían que recoger. Por suerte ellos me encontraron a mi y me evité tener que andar por el pasillo vallado lleno de gente hacia atrás y hacia adelante.

Bastó un sólo día para ver como Lima es una ciudad con unas características que la diferencian del resto. La primera es el caos del tráfico. En Lima parecen no existir las normas de circulación, y se conduce como si la vida dependiera de llegar el primero, adelantando por izquierda o derecha, haciendo giros inesperados, frenazos y acelerones. Todo esto sin cinturón de seguridad. En esta ciudad no pasan 30 segundos sin que se escuchen varios bocinazos. Y no estoy exagerando. Da igual en qué parte de Lima esté. Lo sorprendente es que dentro de todo este caos, no hay accidentes de tráfico.

Otra característica es la diferencia de unos barrios a otros. Lima tiene más de 8 millones de habitantes. Buena parte de la población vive en casas medio derruidas construidas sobre terrenos arenosos. Los cerros son un claro ejemplo de ello, y es que las montañas de la ciudad están llenas de este tipo de construcciones. También ocurre en buena parte de la ciudad, donde ya sólo la entrada en estas calles da sensación de inseguridad.

Se podría decir que existe una "isla" de 3 millones habitantes donde la situación es totalmente opuesta. Barrios muy desarrollados con construcciones y rascacielos de diseño, todo rodeado de lujosos centros comerciales, hoteles, policía, parques.

Sobre la comida Peruana, no ha sido la mala experiencia que yo pensaba. Más bien me he dado cuenta que la base de la comida es la misma que la que estaba acostumbrado. Mucho pollo, arroz y pasta. Y en la misma comida pueden ir incluidas los tres. Muchísimos restaurantes ofrecen un primer plato de sopa con mucha pasta, y de segundo pollo con arroz. El arroz se pone en todos los segundos platos, da igual lo que pida uno, siempre se incluye. A la derecha se ve una sopa con macarrones. 

La radiación solar de Perú es bastante alta, y es un parámetro que se mide, y se da en las noticias. Esta foto está tomada en un Solmáforo de Miraflores, Lima, y este indica que la radiación en ese momento era extrema.

Una de las razones por las que he estado incomunicado una semana entera, fue por mi viaje a Cañete, perteneciente a la región de Lima, pero a dos horas en autobús. Allí las construcciones son como las de un pueblo cualquiera en España. Cañete es como una ciudad compuesta por distintos pueblos, separados entre sí varios kilómetros. En total suma más de 200.000 habitantes, pero cada pueblo es más o menos pequeño. Uno de estos pueblos se llama Cerro Azul, se encuentra en la costa, y estas son algunas de las fotos que tomé de allí.

Por último, cuando vas a la playa en Perú, te encuentras señales tan poco acogedoras como esta de debajo a la derecha tomada en Lima capital.

Por eso me pareció curioso que la única película que me pusieron en el bus en el viaje Lima-Cañete, fuera...lo imposible. Para quien no la haya visto la película está basada en el tsunami que tuvo lugar en el sudeste Asiático en 2004.

Debo decir que aún así, la ciudad de Lima está protegidísima contra Tsunamis porque la mayoría de los barrios se encuentran a una altura mayor de 40 metros metros sobre el nivel del mar gracias a un acantilado que se encuentra entre las playas y las construcciones. Además la ciudad enseguida gana altura por su cercanía a los Andes, hasta el punto que una parte de la ciudad se encuentra a 950 metros de altitud sobre el nivel del mar.

Despido ya este post largo, que merecía escribir después de mi llegada. Debajo hay un cuadro que dice "recibe las nuevas entradas por email" donde podéis escribir vuestro email para recibir automáticamente las nuevas entradas. 

¡¡¡¡Un saludo!!!!